2 de marzo de 2012

JAM 2 COMPLETO - SOLOS SÓLO SOMOS AMANTES


Era ella la primera en saber que había sido lo correcto, y sin embargo algo en su interior le impedía estar tranquila, sentía una angustia que invadía su mente y corazón. Los recuerdos y la nostalgia invadían su mente… no había noche que no sonaba con todos los momentos que pasaron juntos ese frío invierno en donde tuvieron su primer oportunidad de mirarse directamente a los ojos, hablar por horas sobre lo que los hacía UNO, más allá de las similitudes externas y sonreír al Destino tardío porque ellos estaban juntos, así era, y si ellos lo deseaban el futuro que les esperaba era simplemente el todo que superaría cada uno de sus sueños. Cuando despertaba sabía que en sus presentes días ahí estaría dándole su apoyo, su amor aunque todo fuese un imposible, aunque estuviera prohibido, pero al final ¿quién se los prohibía? Ellos tenían caminos diferentes, pero hacían lo posible para estar juntos. Después de todo, eso es lo que se hace por amor ¿no? Alguno de los dos tenía que renunciar a su vida presente y no era ella la que dudaba en cambiar el rumbo de su vida. Estaba en juego su independencia, sus sueños e incluso la paz de su corazón. A veces el destino juega malas pasadas y reúne a las personas en momentos distintos. Tal vez ese era su destino, tal vez no, pero estaba dispuesta a arriesgarse, de repente una duda salto en medio de la alegría que la embargaba, se preguntaba si él sentía lo mismo y estaría dispuesto al igual que ella a seguir adelante con todo, aun cuando eso representaba luchar contra sus propios miedos. Quizás el deber hacia los demás era más importante que el deber hacia uno mismo, puesto que de ellos dependía que el mundo fuese un lugar maravilloso. Probablemente la mejor solución sería estar lejos el uno del otro, pero era tanta su conexión mística que parecía ilógica esa decisión, así que el renunciar a todo y cada quien seguir su camino con destinos separados, sacrificar su amor para que el de los demás prospere, pero al darse cuenta de lo que esto significaba para ellos deciden morir, morir juntos escapar de este mundo y poder reencontrarse en el más allá, un lugar donde nuevamente sus almas se reúnan y puedan estar felices, sin preocupaciones, donde sólo su amor sea lo importante.

¿Valía la pena morir? Cuando ambos amaban la vida, y lo único que buscaban era el tiempo adecuado para compartirlo, ella era la que leía más allá de las emociones, él veía un tiempo adelante, sin duda son dos de las cualidades que combinadas podrían acabar con ese dilema de una manera que no fuese tan drástica, era cosa de juntarlas de algún modo y romper paradigmas… Sabían que el tiempo se venía encima para tomar esa decisión, las preguntas eran ¿qué hacer? Y ¿cómo hacerlo? Entonces él la llamo y le propuso que se vieran ahora que estaba por viajar al D.F., ella acepto y, al encontrarse parecía que el tiempo se detuvo y el abrazo que los unió era eterno. Sus miradas se perdieron una en la otra y su respiración parecía una sola. Los corazones palpitaban a tal velocidad y con tal fuerza que parecía que abandonarían sus cuerpos. Sus labios estaban a punto de encontrarse cuando a lo lejos escucharon un llamado era él,  el hombre con quien unió su vida ante Dios, a quien debía serle fiel, pero no pudo simplemente… Simplemente algo no encajaba. Tal vez era la perfección del momento. Tal vez era ella, tal vez era él, o tal vez sus miedos, sus juicios; sus expectativas o sus proyecciones.

Él decidió. Y decidió por no escuchar su mente. El instante con ella trascendió  y transgredió de tal manera que le pidió que se fuera con él, tal vez sería difícil al principio porque no sabrían a dónde va todo, y sin embargo no era sencillo hacerlo todo a un lado, pero cómo podrían atreverse a no vivir la aventura de su vida, a no reconocer la mutua complicidad  que compartían, a no aceptar que durante todo este tiempo de sus vidas sólo estuvieron esperando a que un momento tan mágico como este sucediera, quizá el no atreverse sería perderlo todo y ambos sabían que eso era injusto y más para el corazón, entonces se tomaron la mano y partieron juntos. Inmersos en una infinidad  de emociones y sentimientos encontrados, pero felices de haberse reencontrado y poder verse en los ojos del otro.

Era como vivir una eterna fantasía sin rumbo, sentían la fuerza necesaria para luchar contra la corriente para entregarse por completo al amor, hasta que supieran ir construyendo nuevas historias juntos, haciendo de su vivencia una realidad  compartida con cada persona que los conociera, era increíble saber que todo había por fin verdaderamente comenzado, sabían que era posible  un millón de sueños, proyectos y esperanzas, aunque con su temor constante de no olvidar jamás el inmenso amor que los hizo unirse y vivirlo día a día, teniendo cada uno pasiones diferentes en la Vida, compartiéndolas, madurando sus expectativas hacia lo que cada uno debía trabajar por si mismo. Ambos creían que podrían contra todos y contra todo nada ni nadie podría separarlos, lo que él no sabía es que ella desde hace unos meses había empezado a presentar síntomas de Alzheimer, leves en ese momento, pero preocupantes a la vez que parecían imperceptibles. Parecía como si fragmentos de su vida fueran arrebatados y ella no supiera siquiera que hubiesen sucedido.

El pensaba que podrían ser simples descuidos u olvidos sin importancia. Sin embargo, no los tomaron en cuenta y decidieron partir juntos a aquella tierra distante que les prometía un nuevo camino el cual pudiesen compartirse mutuamente y compartir su potencial hacia el mundo. No obstante ahí seguía el momento que los olvidos se volvieron más constantes, él decidió llevarla con el médico que insistió realizarán diversos estudios, él preocupado y confundido no podía creer que esto fuese real, no después de tanta felicidad, pero con resultados en mano el médico los miro y dijo ya no se podía hacer nada poco a poco sus recuerdos iban a desaparecer, él estaba aterrado tan sólo de pensar que ella inconscientemente lo iba a olvidar, que su amor quedaría fuera de su mente.



Entonces el decidió esperar un milagro, y creía con firmeza que era sólo una prueba más del amor mutuo, pasaron por muchos tratamientos y después de dos años ambos habían experimentado muchas verdades que la enfermedad les había puesto en evidencia, su amor había madurado con cada día y, para él significo siempre conocer de nuevo a la misma mujer como si fuera el primer día, ser el hombre de su vida y ella con el tiempo al encontrarlo a su lado cada mañana, no pudo evitar permanecer enamorada de ese extraño visitante en cada rincón de su casa. FIN.

JAMISTAS POR PRIMERA O SEGUNDA VEZ, EN ORDEN DE PARTICIPACIÓN GRACIAS A: KARLA LÓPEZ, ÁNGELES AVILAR, YAZMÍN ABREGOS, HÉCTOR ARCHUNDIA, BRENDA SUÁREZ, ANA MAYA, BERNARDO MAYA CHÁVEZ, ALEJANDRA CARDENAS, MIRIAM ANTONIO, TANIA JANETT GÓMEZ, DIANA AZENETH BECERRIL, CECY ARANDA Y ESPERANZA POPPYSMIC.

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